domingo, 24 de agosto de 2014

¿Y tú, te has abrochado ya el cinturón?

Por Raúl S. Saura

Regresaba la Liga al Camp Nou con un nuevo presidente, media plantilla nueva y una revolución con respecto al año pasado. Y con un nuevo técnico, Luis Enrique Martínez, uno de los hombres de la noche. Después de una serie de cambios profundísimos se asistía al encuentro frente al visitante Elche con curiosidad por ver cómo saldría la jugada de apostar por el asturiano en el banquillo y nombres como Bravo, Mathieu, Rakitic y Rafinha. O Munir. El canterano de 18 años, otro nombre imborrable de la noche. De hecho, el más importante de todos de no haber sido por la reaparición providencial de Leo Messi.
Dijo Lucho que él quería competencia feroz y el argentino se lo tomó en serio. Jugó, recuperó, corrió, sudó, marcó, chutó y asistió. Recuperó un nivel perdido tras la laxitud del Tata Martino y aportó dos goles (41' y 62') a su equipo, trayendo a la memoria tiempos pasados. Habló Luis Enrique de compromiso y de poner a quien viera mejor en los entrenamientos, no al de mayor nombre, y Munir también reaccionó. Aprovechó la lesión de Neymar, la sanción de Suárez y la convalecencia de Pedro para formar dupla con la Pulga y estrenarse en Primera con un gol. Del juvenil al Camp Nou en un cerrar del ojo, podríamos hablar de un auténtico crack por pulir en el chaval de 18 años de no ser porque parece que poco queda ya por pulir en él. Tiene una senda por delante tan ardua como gloriosa y, lo que es más, la actitud y el talento requeridos para recorrerla en tiempo record. Nada más comenzar la segunda parte acertó en la red ilicitana tras un palo en el minuto 22 y poco pudo hacer el Elche ante este ciclón no muy esperado.
No muy esperado porque todo lo que pudo salir bien salió bien para los locales, en detrimento del conjunto de Escribá que hizo siempre lo que pudo. Pero es que el Barça no concedió alternativa. Los jugadores colaboraron desde el primer momento, el esférico corrió por el césped sin que las grandes estrellas esperaran a que les llegara a los pies, sino que realizaban sprints para conseguirlo (sí, seguimos sin olvidarnos del argentino porque tuvo uno de esos días en los que era imposible perder), eran generosos con los compañeros y no abandonaban la añorada presión, asfixiando al Elche que no se atrevió a abrirse en gran parte del encuentro, confiando en una contra imaginada pero nunca aparecida. Solo cuando los ilicitanos decidieron por abrirse un poco llegaron los mejores momentos azulgranas, con los locales aprovechando todo hueco habido y por haber para combinar. Iniesta, sin estar en su mejor versión, demostró ser capaz de lo mejorcito asumiendo la capitanía, Rakitic presentó sus credenciales para el centro del campo, probó suerte desde fuera del área y formó una buena conexión con la estrella Munir, que se marchó ovacionado en el 66'. Con solo 18 años, recordemos. Difíciles pone las cosas a Neymar y Luis Suárez, que se preparen para la competencia, la que Lucho demandaba.
 

En cuanto a la defensa, Mathieu y Bravo se vieron poco o nada exigidos en sus estrenos, meros asistentes al espectáculo desarrollado más arriba. Con Piqué sancionado, ni siquiera se necesitó recurrir a Busquets, podían con todo. La única pega de la noche llegó inmediatamente después del primer (y buscado) primer gol, cuando Mascherano agarró a Rodrigues que se iba solo hacia el nuevo guardameta culé. Justa roja le mostró Teixeira y el Barça quedó con diez para la segunda mitad. Se temió que los azulgranas se acobardaran y el Elche tomara ventaja de la situación, pero Messi pronto les arrancó las ilusiones de cuajo. 
Después de no llevarse ningún título la pasada campaña el hambre ha regresado al conjunto barcelonés. No por ello hay que echar las palomas al vuelo, no olvidemos que el Tata se estrenó con un 7-1 frente al Levante, esto son impresiones iniciales y no conclusiones, pero el futuro parece brillante para los culés, que han sabido adecuarse rápidamente a la cultura del esfuerzo exigida por el nuevo técnico. Quedan algunas ideas por fijar, goteras que esconder, piernas que endurecer, pero la garra y los cojones demandados el año pasado retornaron y el equipo visto anoche mejoró sustancialmente al anterior en muchos tramos de la temporada 2013/2014. Una vez se incorporen las grandes estrellas, quien sabe adonde llegarán, hasta Alves corrió después de mucho tiempo. Aún queda por ver a Vermaelen, a la defensa en acción realmente, a Rafinha (pocas noticias se tuvieron anoche de él), pero, por el momento, el aficionado culé puede respirar tranquilo con la jugada. El equipo ha dado el primer zarpazo a la Liga que reclama de vuelta y, sin esperarse a Guardiola de nuevo, Luis Enrique promete una era entretenida, con estilo y éxitos más adelante. ¿Y tú, te has abrochado ya el cinturón?

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